Hola, me llamo Akior SG.
Me gusta la música y toco el piano, también me gusta el deporte, y especialmente el
baloncesto, ya que lo practico y lo juego en un club.
Soy alto, tengo los ojos marrones y el pelo castaño.
Akior SG
viernes, 3 de febrero de 2012
miércoles, 1 de febrero de 2012
Akior SG: Relato
EL
ESPANTAPÁJAROS
Esta historia empieza en un pueblo donde apenas había montañas, sus paisajes eran prados verdes,
altos girasoles, y unos cuantos árboles
que daban sombra a sus viviendas construidas de piedra y de madera, un ancho río bordeaba y separaba este rincón de naturaleza
de la gran ciudad, civilizada y contaminada. Este pueblo se llama “La Llanura”.
Todos los habitantes de ese pueblo se conocían,
muchos de los cuales compartían actividades, tales como: cazar, pescar, e inclusive organizaban por las tardes partidas de cartas
para entretenerse.
Tenían una manera de vivir muy peculiar, no existía el dinero, cosechaban los
campos, elaboraban diferentes productos, y a final de mes, como si se tratara
de la edad media intercambiaban las cosechas que habían sido elaboradas entre
ellos no necesitaban nada mas para completar su felicidad.
Uno de los vecinos se llamaba Antonio,
como todos los años había sembrado su campo de frutas, hortalizas
y verduras.
Pero este año, se había encontrado con unos intrusos que cuando se
levantaba por las mañanas y miraba desde su ventana veía como unos grandes pájaros
negros merodeaban se comían la cosecha
de su huerto.
Desesperado, y pensando que a final de mes no podría intercambiar como
siempre con sus vecinos la cosecha recogida.
Recordó que en el sótano de su casa guardaba los recuerdos de su abuelo,
entre ellos, había un baúl tan grande que cuando lo bajaron al sótano, parecía
que la casa se estremecía.
Sin dudarlo abrió el baúl, sacó una escopeta con balas, el fin de esos
pajarracos negros había llegado.
Esa misma tarde advirtió a sus amigos y vecinos que no se acercaran por su casa,
les explicó lo que se disponía hacer, y como de todos sabían su puntería no era
muy buena
Cual fue su sorpresa al ver la reacción de
los habitantes de la Llanura, siempre tan pacíficos y dialogantes, se
habían transformado, le abuchearon
recriminándole su gran idea, entonces, uno de sus vecinos le recordó la promesa
de los ciudadanos de la Llanura. Una vez
acabada la guerra, tan injusta todos
guardarían las armas para que nunca mas se iniciase la violencia en ese
maravilloso paraíso.
Antonio se quedó pensativo, volvió a su casa y buscó una solución en el baúl, allí encontró
verdaderas toneladas de trastos, y alguna pieza de ropa.
Sacó unos pantalones, una camisa de cuadros, y una corbata roja, y sin
saber muy bien que iba hacer con todo ello, siguió su intuición y se dirigió al
centro de la cosecha, allí, y como si de
un maniquí se tratara vistió el tronco de un árbol.
Como ya era al atardecer y no se quería perder su partida de cartas,
abandonó ese extraño maniquí i fue a
reunirse con sus vecinos.
Al día siguiente cuando se levantó creyó que iba a ser otro día rutinario, asomándose
a la ventana, y viendo como esos pajarracos, acababan con su cosecha cual fue
su sorpresa cuando mirando al cielo descubrió que esos pajarracos volaban
alrededor de la cosecha pero no se acercaban.
Era increíble, ese tronco y la ropa, habían logrado asustar a esos
pajarracos. Antonio fue a ver a su vecino, para enseñarle lo que había sucedido
en el campo, los dos con la misma cara de sorpresa contemplaron como los pajarracos desaparecían
de la Llanura.
Entre los dos, creyeron que lo más apropiado sería poner un nombre a ese
tronco vestido, el nombre fue ESPANTAPÁJAROS.
Desde aquel día todos los ciudadanos de la Llanura continuaron con su vida
cotidiana, eso si, cuando pasaban por delante de este nuevo vecino todos le
saludaban.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)